Recuerdos del primer beso

Recuerdo aquel primer beso, ese beso chocolatoso que nos dimos bajo un arbol de la Quinta Vergara en un hermoso día de otoño. Aunque... decir "nos dimos" no es la frase correcta, fui yo quien se avalanzó sobre ti, impulsada por un sentimiento que mi corazón no conocía o que al menos, no estaba seguro si lo que sentía era "eso".

¡ Ahhh, ese beso! ¿Cómo olvidarlo? Precedido por juegos de niños, caricias de amigos hasta llegar a besos de amantes.

¡Qué nerviosismo sentía! Incluso, en el momento en que me invitaste a "estudiar" contigo, me sentí algo inquieta, pero no creas que tenía planeado besarte aquél día, ni siquiera mi volátil imaginación había pensado en ello. Mi nerviosismo radicaba en que estaría contigo "a solas", nunca antes había estado sola con un hombre que no fuera de mi familia.

El nerviosismo y timidez inicial que sentía se disipó a cada minuto que pasaba contigo bajo "aquél" árbol, todo gracias a una caja de huevos de chocolate. Sin embargo el nerviosismo volvió con mucha más fuerza (sí, realmente muchísima más fuerza) en esa milésima de segundo en la que me armé de valor para besarte; dudo que alguna vez, ya sea antes o después, vaya a sentir latir mi corazón de una forma tan "furiosa", parecía que mi corazón dominaba todo mi ser: mi cuerpo sólo reaccionó para hacer cumplir ese impulso de poner mis labios sobre los tuyos, mi mente sólo pedía una cosa: besarte, sentir de una vez por todas aquellos labios que inconcientemente me volvían loca...

Todo eso ocurrió en menos de un segundo, te ví ahí, tirado en el pasto, justo debajo mío y con esa sonrisa tan linda y cautivadora y antes de poder reaccionar ya te estaba besando.

Sé que no creo en dios, pero... ¡Ay, dios mío! jamás había sentido algo así en toda mi vida, fue algo exquicito, pero aún así, me sentía, aparte de feliz y eufórica, me sentía algo insegura, por una parte no quería separarme jamás de esos deliciosos labios, pero por otra parte me sentía como una verdadera tonta: no sabía que era lo que tenía que hacer... no puedes culparme, mas que mal, era mi primer beso. Lo único que atiné a hacer fue seguir el consejo de un fanfic que había leído hace poco: "besar es como tomarse un helado", sí, sé que es un consejo medio tonto, pero no sabía que más hacer. >///>

Cuando terminamos de besarnos, no recuerdo mucho qué pasó, sólo sé que me sentía muy "avergonzada" >///> por haberte besado y también porque era mi primer beso... sólo recuerdo que te abracé, escondí mi rostro en tu pecho, esquivé tu mirada y te dije, muy sonrojada: "...niño, es mi primer beso..."